"La gente muchas veces no conoce para qué sirve ganar una elección o tener la mayor cantidad de diputados". Esa fue la excusa que el gobernador, José Alperovich, pronunció ayer para justificar su pedido. Inesperadamente y a poco más de dos semanas de las elecciones nacionales, el mandatario quiso ahuyentar los fantasmas que quedaron deambulando en el oficialismo tras las Primarias del 11 de agosto y pidió a los tucumanos que voten por sus candidatos, los de la lista "Celeste y Blanca K" del Frente para la Victoria (FpV).
Alperovich visitó obras de mejoras y ampliaciones en la escuela "Blas Victorio Conrero" (Emilio Castelar al 1.900). Tras halagar los trabajos efectuados en el establecimiento, confirmó para hoy la visita de Pablo Abal Medina, funcionario del ministerio de Planificación de la Nación. Inmediatamente después, se lanzó a la cuestión electoral. Tras los comicios, Alperovich había pedido a sus dirigentes que sumaran 30.000 votos más que en agosto (el PJ sumó, en total, 390.980 sufragios). En relación a las PASO de 2011, las adhesiones habían bajado el 22%.
"Pudimos negociar"
"Estos últimos 10 años (los que lleva en el poder) gracias a la gran cantidad de diputados nacionales que tuvimos pudimos negociar con la Nación. (Ganar) el 27 de octubre nos va a permitir conseguir más créditos Procrear; casas para la clase media y para la clase humilde; educación, rutas y trabajo genuino", enumeró moviendo las manos para poner énfasis en cada uno de los beneficios.
Explicó que contar con el mayor número de bancas en la Cámara Baja le serviría durante los próximos dos años para terminar su mandato "con todas las cosas que nos están faltando". Con ese argumento, instó a los votantes a darle "una mano".
Sorpresivamente, se refirió al denominado "voto castigo": "muchas veces la gente dice hay que castigar… que la gente castigue en el 2015, porque se eligen candidatos a presidente, gobernador intendente y legislador. Pero hoy necesitamos completar lo que está faltando a Tucumán".
Hizo hincapié también en que, con los recursos que gestionarían los parlamentarios podría mejorar la seguridad y la oferta de trabajo. "Siempre digo que mi sueño no es que la gente tenga los planes sociales. La verdad que muchas veces me da pena… porque lo importante es que vengan empresas y trabajo en blanco. Que tengan los aportes y se puedan jubilar. Que no dependan del Estado. Esto es un poco lo que la gente no entiende", reiteró.